Esta peluquería se diseña desde el principio entendida como un espacio multifuncional ligado al arte. Los profesionales realizan su trabajo tomando referencias del arte: escultura, pintura, diseño de mobiliario… Por lo que querían que su espacio de trabajo mostrase esta concepción.
Así se decidió dividir el local en dos partes: una primera zona de recepción, llegada de clientes y espera; donde además de un espacio para sentarse se ubica también una pequeña galería de arte donde artistas locales podrían exponer sus obras. El espacio de trabajo, donde el otro arte ocurre, el atemporal, el del corte de pelo se lleva a cabo.
El diseño de interior y la elección de mobiliario, materiales y colores responde a la voluntad de los clientes de generar un espacio de peluquería diferente, más limpio y elegante, que se separe un poco de la tónica general en Manchester de espacios industriales, muy recargados de texturas de ladrillo, acero y madera.