Como una integración total con el paisaje y una necesidad de mantener su diversidad, utilidad y belleza, la bodega se plantea como una grieta en el lugar, una cueva excavada y escondida. La planta y la sección, configuradas por la idea de funcionalidad como base, nos recuerdan a la cavernas, cuyos altos y bajos configuran toda la espacialidad de la misma.
Realizamos un estudio solar para comprobar la luz directa que incidía a lo largo de todo el año a través del muro cortina situado en el frente de la sala de barricas. En dicho punto un voladizo de 7m y un murete de 2m protegen las barricas de la radiación solar.