Se diseñan unas pequeñas cabañas de madera cuya cubierta se inclina para levantarse y mirar hacia la colina, acabando las mismas con un manto vegetal que no sólo proporcionará un mejor aislamiento y protección solar, si no que además integrará estos edificios con su entorno, ya que esta vegetación irá cambiando con la que le rodea según se vayan sucediendo las diferentes estaciones.
Estos pequeños edificios prefabricados en madera se colocarán a lo largo de la parcela, apoyados en cimentaciones puntuales para evitar en la medida de lo posible el movimiento de tierras, y se comunicarán de igual manera mediante una pasarela elevada de madera de características similares.